Es un préstamo que se garantiza con un inmueble. Se usa principalmente para comprar, construir o reformar una vivienda, pero también puede emplearse para consolidar deudas o financiar otro tipo de bienes inmuebles.
Una hipoteca es una clase de préstamo bancario que se caracteriza por tener una mayor duración y un tipo de interés más bajo al de otros préstamos. Son una herramienta financiera que permite comprar viviendas sin descapitalizarse. La principal diferencia de este tipo de préstamos es que tienen como garantía un inmueble.
Generalmente, hasta el 80% del valor de tasación para una vivienda habitual. Para segundas residencias o locales, el porcentaje suele reducirse al 60-70%.
¡Estás de enhorabuena! Hace unos años esta respuesta hubiera sido más larga, pero gracias a la reforma legislativa sobre la ley hipotecaria del 2019, solo tendrás que hacerte caro del pago de la nota simple, la tasación de la vivienda, y las vinculaciones.
Los impuestos AJD, la notaría, el registro de la propiedad, y la gestoría, corren a cargo del banco donde abras la hipoteca.
Hipotecas a tipo fijo: Cuando el tipo de interés no cambia durante el plazo pactado, así que las cuotas siempre serán las mismas también.
Hipotecas a tipo variable: Las cuotas mensuales cambian con el tiempo en función del Euribor, en cada periodo de revisión. Las ventajas son que la cuota al principio es más baja, y más actualmente que los tipos están en negativo. Por otro lado no se puede saber que va a pasar en el futuro, y tu cuota va a depender de la evolución de los tipos de interés.
Hipotecas a tipo mixto: Es cuando la hipoteca combina un tipo fijo con otro variable. Normalmente los primeros años es un tipo fijo, y luego cambia a un tipo variable.
Es un sistema en el que pagas cuotas constantes cada mes. Al principio abonas más intereses y menos capital, pero con el tiempo esta proporción se invierte.
TIN: Es el porcentaje fijo que se paga por el dinero que te prestan, pero no incluye las comisiones o los gastos de gestión asociados al préstamo
TAE: Es un indicador que sirve para comparar el coste efectivo de dos o más prestamos. Incluye las comisiones y gastos de la operación.
Algunos bancos ofrecen la contratación del préstamo hipotecario junto con otros productos. Hay muchos tipos de vinculaciones, pero las más habituales son la domiciliación de la nómina, seguro de hogar y seguro de vida.
Como norma general el banco te va a pedir tener un 30% – 35% del valor de la vivienda en ahorros. Esta cantidad varía dependiendo del importe que vayas a financiar.
Los gastos de la hipoteca (gastos notariales, inscripción en el registro…) suelen representar entre un 10% – 13% del valor del inmueble. A esto tendrás que sumarle el porcentaje de la vivienda que no vas a financiar. (Normalmente es un 20%)
Los bancos suelen conceder hasta el 80% cogiendo como base el valor menor entre la tasación y valor de compra del inmueble. Para determidos perfiles y operaciones, se pueden conseguir tasas de financiación del 90% o incluso del 100%
Los brokers o intermediarios pueden conseguir porcentajes de financiación más elevados, o mejores condiciones que un particular, ya que tienen más volumen de operaciones y acuerdos con los bancos.
Es un periodo donde solo pagas intereses y no amortizas capital. Reduce la cuota al inicio, pero aumentas el coste total del préstamo.
• Fija: cuota e interés constantes
• Variable: interés revisable, suele seguir al euríbor
• Mixta: una parte fija inicial, luego variable
Son servicios como seguros, tarjetas o planes que puedes contratar para obtener una rebaja en el interés.
Deben ser siempre opcionales, no obligatorios.
La TAE incluye el tipo de interés, comisiones, seguros obligatorios y otros gastos. Es el mejor indicador para comparar hipotecas.
Es la Ficha Europea de Información Normalizada. Contiene todas las condiciones de la hipoteca y debe entregarse al menos 10 días antes de la firma. Es vinculante.
Nóminas, IRPF, extractos bancarios, deudas actuales y cualquier ingreso regular. Con eso evalúan tu capacidad de pago.
Asesorarte gratuitamente, verificar que entiendes todo y garantizar la legalidad del contrato. Su papel es clave y obligatorio.
Cláusulas suelo, intereses de demora excesivos, o gastos que no corresponden al cliente. Si las tienes, podrías reclamarlas.
Cláusulas suelo, intereses de demora excesivos, o gastos que no corresponden al cliente. Si las tienes, podrías reclamarlas.
Es el trámite para eliminar legalmente la hipoteca del Registro de la Propiedad. Aunque hayas terminado de pagar, si no haces esto, la carga sigue figurando.
El capital y las cuotas varían según el tipo de cambio. Puedes acabar debiendo más si la divisa se aprecia respecto al euro.
El capital y las cuotas varían según el tipo de cambio. Puedes acabar debiendo más si la divisa se aprecia respecto al euro.
Sí. Puedes cancelarla con lo que recibes por la venta, o bien subrogarla al comprador, si el banco lo aprueba.
Es cambiar tu hipoteca de un banco a otro para mejorar condiciones, sin necesidad de firmar un nuevo préstamo.
Depende del contrato: normalmente se revisa cada 6 o 12 meses en hipotecas variables, en función del euríbor.
Es el importe total por el que responde el inmueble, e incluye no solo el capital, sino también intereses y posibles gastos judiciales.
Depende del contrato: normalmente se revisa cada 6 o 12 meses en hipotecas variables, en función del euríbor.
Puedes hacerlo total o parcialmente. Ahorra intereses, pero puede tener comisiones limitadas por ley según el tipo de préstamo.
Sí. Necesitarás demostrar ingresos estables, presentar IRPF, IVA y estar al día con Hacienda y Seguridad Social.
Además del tipo de interés, revisa la TAE, comisiones, productos vinculados, flexibilidad del contrato y simulaciones a largo plazo.
Es una valoración profesional que estima el valor de mercado de un inmueble, basada en criterios técnicos y normativos (Orden ECO/805/2003).